CONFLICTOS
SOCIALES
¿Qué es un conflicto?
El conflicto es
una situación en la que dos o más personas con intereses contrapuestos entran
en confrontación, oposición o emprenden acciones mutuamente antagonistas, con
el objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a la parte rival, incluso cuando
tal confrontación sea verbal, para lograr así la consecución de los objetivos
que motivaron dicha confrontación. Por su condición a menudo extrema o por lo
menos confrontacional en relación a objetivos considerados de importancia o
incluso urgencia (valores, estatus, poder, recursos escasos)
el conflicto genera problemas, tanto a los directamente envueltos, como a otras
personas
¿Qué hacer frente a un
conflicto?
Quien
no recuerde una situación en la infancia en la cual sintió mucha rabia contra
su hermano, una prima, un amigo al punto de querer pegarle u ofenderlo, está
diciendo mentiras o perdió la memoria. Y quien no haya enfrentado
circunstancias en el trabajo o en la familia que le produjeron un gran malestar
por las actitudes y manejos de un jefe, un colega, un pariente, es un ser
extraño. Todos nosotros hemos sentido rabia, malestar, incomodidad,
inconformidad en nuestras interacciones con los demás, así no las hayamos manifestado
explícitamente. Todos, por períodos, armamos listas mentales, cortas o largas,
de personas que no quisiéramos volver a ver, cuyo solo recuerdo nos altera. En
esto, hombres y mujeres, por igual, compartimos esas emociones. El manejo, sin
embargo, es distinto. Las mujeres, que se sepa, no nos hemos lanzado a la
guerra para "manejar" nuestras diferencias, imponer nuestra
"razón" o darle curso a nuestra rabia.
Causas de los conflictos.
Falta de información
Falta de recursos
Relaciones personales
Gerencia incompetente
Clases de conflicto.
Conflicto de Intereses
Conflicto
Laboral
Conflicto Armado
Conflicto Armado
Conflicto
Intrapersonal
Conflicto Escolar
Conflicto Escolar
Tipos de
conflictos atendiendo su extensión
Conflictos
sociales
¿Cómo podemos evitar un conflicto?
Napoleón Hill, autor del libro “La magia de pensar en grande”
expone 10 consejos para evitar conflictos y tener una buena interacción, la
cual impacta positivamente en el mejoramiento de la calidad de vida de
quienes lo conforman.
1.- Conservar la serenidad si los demás están molestos
y sin control.
Cada persona tiene el control sobre sus emociones y no debe perder
ese norte. Esto no significa que no demuestre su malestar, sino de estar
tranquilo mientras discute. De esta manera evitaría arrepentirse por una mala
reacción.
2. Pensar en los tres puntos de vista en una
discusión, el propio, el de la persona con quien se discute y el de los demás.
Hacer una conjunción de los tres puntos de vista, poniéndose en los
zapatos de los demás y manteniendo la objetividad en la discusión. Se
pueden aclarar las ideas y tener una perspectiva diferente con más
racionalidad.
3. Calmarse para comenzar a hablar.
Sentirse ofuscado es normal en una discusión, pero para poder
responder o aclarar cualquier punto, es necesario calmarse, respirar y
luego hablar. La discusión es temporal pero la relación de trabajo o
personal puede ser permanente. .
4. Mantener el trato con las personas como
gustaría ser tratado.
La gente cuando se siente bien tratada reacciona positivamente y
con una respuesta cordial aunque estén discutiendo. Es beneficioso
tratar bien a las personas para que de la misma manera haya un buen trato de
retorno.
.
5. Ver la parte positiva y grata de las
situaciones, aun de las situaciones más dificultosas y penosas.
Esto significa que viendo el lado positivo de las situaciones
difíciles y comprenderlas, contribuye a ver los problemas como unas
oportunidades., que permiten un aprendizaje y por ende un crecimiento.
6. Realizar preguntas y escuchar respuestas debe
convertirse en un hábito.
Antes de hablar, se debe hacer preguntas para aclarar algún
cuestionamiento. No es “disparar y luego preguntar”, es escuchar e
interpretar el planteamiento para tener clara la idea, todo esto
antes de hablar.
7. Evitar hacer o decir algo que pueda causar daño.
Es “reprimir la lengua” antes de lanzar algún improperio o cometer
alguna acción que pueda dañar a alguien. Es importante recordar que lo
que una persona hace se le devuelve.
8. No confundir la retroalimentación con la crítica
destructiva.
Muchas veces se dicen cosas creyendo ser claridosos o sinceros y en
realidad están realizando una crítica destructiva con sus palabras, que en vez
de ayudar lo que hace es desahogarse para su beneficio y lastimar aun más al
otro.
9. Ser tolerante con los demás invita a que los demás
también sean tolerantes.
Parece repetitivo pero cuando se es tolerante con las demás
personas, se recibe de igual manera, ya que como se trata a los demás, de igual
forma se es tratado. Todas las personas tienen un lado desagradable en su
personalidad, pero al ser tolerante, de igual manera ese lado se tolerará.
10. Reconocer los errores y estar
consciente de aceptar las responsabilidades.
Cuando el conflicto se maneja en el ciclo de la responsabilidad, se
evita la victimización, lo que conlleva a que se fortalezca la relación,
reconociendo las divergencias y aceptándolas.
Resultados del conflicto.
El conflicto puede tener resultados
constructivos o destructivos para las partes involucradas, ya sean personas,
grupos u organizaciones. Por tanto, el desafío consiste en administrar el
conflicto, de modo que puedan maximizarse los efectos constructivos y minimizar
los efectos destructivos.
Resultados constructivos
El conflicto puede proporcionar
efectos potencialmente positivos.
El conflicto despierta
sentimientos y estimula energías. El conflicto lleva a las personas a estar más atentas, esforzarse
más y ser accesibles. Esta estimulación de energías origina curiosidad e
interés en descubrir mejores medios de realizar tareas y nuevos enfoques para
la solución de problemas.
El conflicto fortalece sentimientos de identidad. Cuando un grupo entra en conflicto se vuelve más unido y mejor identificado con sus objetivos e intereses. La cohesión generalmente aumenta la motivación por el desempeño de la tarea del grupo. Si el grupo “gana”, sus miembros estarán más motivados para trabajar en equipo.
El conflicto despierta la atención ante los problemas. A menudo el conflicto es un medio de llamar la atención hacia los problemas existentes.
El conflicto pone a prueba la balanza del poder. El conflicto puede conducir a la aplicación de recursos (el tiempo gerencial, por ejemplo) para su resolución, ajustando diferencias de poder entre las partes involucradas.
El conflicto fortalece sentimientos de identidad. Cuando un grupo entra en conflicto se vuelve más unido y mejor identificado con sus objetivos e intereses. La cohesión generalmente aumenta la motivación por el desempeño de la tarea del grupo. Si el grupo “gana”, sus miembros estarán más motivados para trabajar en equipo.
El conflicto despierta la atención ante los problemas. A menudo el conflicto es un medio de llamar la atención hacia los problemas existentes.
El conflicto pone a prueba la balanza del poder. El conflicto puede conducir a la aplicación de recursos (el tiempo gerencial, por ejemplo) para su resolución, ajustando diferencias de poder entre las partes involucradas.
Resultados destructivos
El conflicto se conoce más por
sus consecuencias negativas, destructivas e indeseables:
El conflicto desencadena
sentimientos de frustración, hostilidad y ansiedad. Como las partes, involucradas ven que sus esfuerzos están
bloqueados por las demás, frente a la presión por ganar, la atmósfera creada
genera un clima estresante de frustración y hostilidad que puede perjudicar el
juicio y la habilidad en el desempeño de tareas, como también afectar el
bienestar de las personas implicadas.
El conflicto aumenta la cohesión grupal. Con el aumento de la cohesión aumenta la presión social para que las personas se conformen o se acomoden a los objetivos del grupo o de la parte implicada. Esto disminuye la libertad individual, haciendo que el grupo pierda eficacia en cuanto a su desempeño.
El conflicto desvía energías hacia sí mismo. Gran parte de la energía generada por el conflicto está dirigida y se gasta en sí mismo, en oposición a la energía que podría aplicarse en la realización de un trabajo productivo. De este modo, ganar un conflicto se vuelve un objetivo más importante que trabajar con eficacia.
El conflicto lleva a una parte a bloquear la actividad de otra. Un comportamiento característico del episodio de conflicto entre las partes es el bloqueo de las actividades de la otra parte y la negativa a cooperar con ella. Esto lleva a un atraso en el desempeño del sistema total.
El conflicto se autoalimenta y perjudica las relaciones entre las partes. El conflicto influye en la naturaleza de las interrelaciones existentes entre las partes, perjudicando la comunicación entre ellas y distorsionando sus percepciones y sentimientos. Cada parte, a medida que aumenta el conflicto, tiende a estereotipar y a ver a la otra como “enemiga”, atribuyéndole motivos e intenciones negativas. Con esto se fortalecen las percepciones y los sentimientos de que los objetivos e intereses de la otra parte son incompatibles con los propios y de que no se puede cooperar con la otra parte.
El conflicto aumenta la cohesión grupal. Con el aumento de la cohesión aumenta la presión social para que las personas se conformen o se acomoden a los objetivos del grupo o de la parte implicada. Esto disminuye la libertad individual, haciendo que el grupo pierda eficacia en cuanto a su desempeño.
El conflicto desvía energías hacia sí mismo. Gran parte de la energía generada por el conflicto está dirigida y se gasta en sí mismo, en oposición a la energía que podría aplicarse en la realización de un trabajo productivo. De este modo, ganar un conflicto se vuelve un objetivo más importante que trabajar con eficacia.
El conflicto lleva a una parte a bloquear la actividad de otra. Un comportamiento característico del episodio de conflicto entre las partes es el bloqueo de las actividades de la otra parte y la negativa a cooperar con ella. Esto lleva a un atraso en el desempeño del sistema total.
El conflicto se autoalimenta y perjudica las relaciones entre las partes. El conflicto influye en la naturaleza de las interrelaciones existentes entre las partes, perjudicando la comunicación entre ellas y distorsionando sus percepciones y sentimientos. Cada parte, a medida que aumenta el conflicto, tiende a estereotipar y a ver a la otra como “enemiga”, atribuyéndole motivos e intenciones negativas. Con esto se fortalecen las percepciones y los sentimientos de que los objetivos e intereses de la otra parte son incompatibles con los propios y de que no se puede cooperar con la otra parte.
Estrategias para
solucionar los conflictos.
El
conflicto es parte de nuestra convivencia social, surge desde que nacemos
cuando necesitamos aprender a vivir haciendo uso de muchas herramientas para asegurar nuestra
sobrevivencia. Luego, la vida familiar nos enseña a negociar con las demandas
contradictorias u opuestas de nuestros padres .
1. Competición: Distributiva (ganar-perder)
regateo. Satisfacer sus necesidades es importante; satisfacer las necesidades
de los demás no es importante para usted.
2. Colaboración: Integrativa (ganar-ganar).
Satisfacer las necesidades tanto suyas y las de su contraparte es importante.
3. Compromiso: Satisfacer las necesidades suyas y
las de su contraparte es moderadamente importante.
4. Evitar: Usted es indiferente tanto a sus
necesidades como a las de
los demás: no actúa gustosamente.
5. Acomodar:
Simplemente rendirse o conformarse (no es problema para usted y es
problema de la otra persona).
·
Las personas
efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades.
·
Los conflictos son
una parte estrecha de la existencia del hombre, en su
vida cuando el hombre se
relaciona con otros hombres y con la sociedad, siempre están en peligro de
encontrarse en su camino con conflictos de diferentes índoles e importancia,
por este motivo nunca deben tomarse los conflictos por su lado negativo, sino
como una fuente de desarrollo humano,
como algo positivo que lo harán analizar a fondo sus ideas, estimularan sus
pensamientos y mejoraran sus juicios y que se resuelvan satisfactoriamente
mejoraran las relaciones entre las partes considerablemente.
·
La clave de una
negociación exitosa es llegar a una situación ganar-ganar incluso si aparenta
ser una situación ganar-perder. Casi toda negociación tiene al menos algún
elemento de ganar-ganar. El éxito de
la negociación radica regularmente en encontrar aspectos ganar-ganar en
cualquier situación.
·
El poder está
basado en la percepción. Si su oponente piensa que usted es
más fuerte, usted lo es, a tal punto de actuar así.
·
Sea creativo acerca
de la introducción de
nuevos términos en la negociación, encuentre nuevas cosas que beneficiarán a
ambas partes. Esto puede cambiar una situación competitiva en una situación
ganar-ganar.
·
Una de las
características de las persona diestras en la resolución de conflictos es la de
reconocer el modo con que se crean los problemas y dar los pasos necesarios
para calmar a los implicados en este sentido, es necesario la empatía y el arte de escuchar. Buscar el modo de llegar
a soluciones que satisfagan a todos los implicados.
Web grafía
https://pyme.lavoztx.com/principales-causas-de-conflicto-7550.html
https://www.dinero.com/columnistas/edicion-impresa/articulo/que-hacer-frente-conflicto/7439
https://www.tiposdecosas.com/conflictos.html
https://www.monografias.com/trabajos97/estrategias-resolver-conflicto/estrategias-resolver-conflicto.shtml